La Realidad Virtual (VR) puede ser un mecanismo para evitar que te sientas aislado o solo, o puede llevarte a conocer y explorar lugares que no puedas visitar debido a temas limitantes, ya sean económicos, de tiempo o por alguna condición física. Por ejemplo, una señora jubilada escaló hace poco la cumbre del Monte Everest sin preocuparse del frío, alguna caída o falta de oxígeno. Esto, aunado a que fortaleció los lazos familiares con su hija, quien años atrás, cuando tenía unos 25 años, había llegado hasta un campamento base del Everest, ubicado a 18,000 pies sobre el nivel del mar.
Si bien ella también es una alpinista veterana, quien ahora tiene 78 años y vive en la comunidad de vida asistida en La Jolla, California, escaló la montaña más alta del mundo de manera virtual, para esto utilizó unos lentes de realidad virtual.
“Compartir esta experiencia mentalmente y con ella”, dijo la madre, refiriéndose a su hija. “Fue muy conmovedor. Fue algo formidable y muy realista. Tuve una vista panorámica maravillosa”.
La realidad virtual elimina barreras. Algunos adultos mayores han adoptado el VR para superar los desafíos físicos, mentales y sociales que conlleva el envejecimiento. Usan el VR para asistir a conciertos, enfrentar fobias como claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) o acrofobia (miedo a las alturas), hacer fisioterapia y ejercicio, participar en juegos, revivir recuerdos, viajar a lugares exóticos que, según su capacidad física, no pueden realizar. La VR puede ser la solución y para desarrollar conexiones sociales.
Lo social podría parecer ilógico, si tenemos en cuenta que las experiencias de inmersión total en la realidad virtual comienzan cuando alguien se aparta del mundo exterior al ponerse gafas o un auricular sobre la cabeza.
“La VR elimina cada una de las barreras que un adulto mayor podría encontrar al interactuar con el mundo, de una manera que realmente le permite hacer una de las actividades con las que siempre soñó”, dijo. “Aún más importante, con un componente que faltaba: puede hacerlo junto con otras personas”. Con la realidad virtual también se pueden tratar algunos miedos o fobias.
Juegos Virtuales
Cabe hacer mención de que los adultos mayores pueden practicar varios juegos sin tener que agotarse físicamente y algunas cosas son todavía mejores en VR, porque no tienes que recoger del piso la pelota, tan solo con oprimir un botón, la tienes en la mano.
Entre otras cosas más, los seres queridos se pueden reunir en espacios virtuales tridimensionales para jugar al ajedrez, a las damas o con juegos de la biblioteca. Además, pueden meditar, mirar videos juntos, volar de manera virtual en un globo aerostático o explorar lugares exóticos; la VR elimina la distancia entre las personas.
La realidad virtual para tratamientos mentales como el Alzheimer crea entornos de lugar y experiencias vividas para recordar.
La realidad aumentada también se está explorando como una herramienta de diagnóstico para detectar signos tempranos de deterioro cognitivo y proporcionar a las personas un diagnóstico temprano de demencia.
